miércoles, 8 de enero de 2014

Materiales construcción yacimiento

Tras la romanización, ciudades como Cartago Nova propiciaron la llegada de nuevos habitantes y una nueva reocupación de todo el territorio. La domus en las zonas urbanas y las villae en los ámbitos rurales son los nuevos modelos de viviendas en las que los ricos propietarios desarrollan importantes programas ornamentales.

En Alhama cabe destacar el mosaico encontrado en los pies de la iglesia, que fechado a principios del siglo II d.C. está formado de teselas blancas y negras, presentando un motivo repetido en forma de media luna, denominado pelta, que, en número de cuatro, se colocan simulando un molinete girando. En la misma domus, junto al mosaico, se recuperaron pinturas murales con rica policromía (imitaciones de mármol, motivos geométricos y vegetales) lo que da idea del grado de refinamiento y poder económico que gozaban algunos propietarios de la zona.


Fragmento del mosaico, en el que se pueden apreciar las teselas formando el molinete.


Los romanos fueron ante todo prácticos. Al conquistar los territorios necesitan construir una serie de monumentos, obras de ingeniería, etc. Sin embargo, no en todos los territorios existen buenos materiales, de forma que habrán de utilizar los materiales que hallen en esa región. Por ejemplo, si no poseen canteras, deberán de utilizar sillar de piedra y para dichas piedras, necesitarán de mortero para unirlas. Fundamentalmente prefieren el sillar y el ladrillo, éste último a partir del S. II debido a que la piedra era difícil de extraer y más fácil fabricar ladrillos. También utilizarán la madera, fundamentalmente en los edificios de sistemas arquitrabados.

En este edificio el material empleado en su construcción fue el opus incertum, en el que los paramentos se realizaron con hiladas de piedra irregular trabadas con mortero de cal y arena. Dicha mampostería estaba recubierta tanto en el interior como en el exterior de varias capas de fino mortero de cal. También se utilizaron otros materiales como sillares, y el ladrillo (muy utilizado en el interior de las salas de baño, sobre todo en los hipocaustos. Se observa la posible utilización del pie romano en los muros de 90 cm de grosor, con lo cual serían tres pies, que disminuyen el arranque de la bóveda a unos 45-50 cm.

Alrededor de todas las salas, la juntura del pavimento con las paredes está protegida con la típica moldura de media caña y tanto el pavimento (sobre hipocausto de ladrillo), como el enlucido de los muros es del característico opus signinum (argamasa de cal y arena con cerámica y teja machacada que le da un aspecto rojizo).

Pero lo más característico de estos baños son las cúpulas que coronan la zona del baño medicinal. El material con el que se construyeron dichas bóvedas fue fundamentalmente el opus caementicium, usando, para ello la polea y también y también el torno.

Y Para el exterior se utilizaron placas de mármol, cuya función era la de tapar los ladrillos, enluciendo la fachada posiblemente procedentes de la cantera de mármol del Cabezo Gordo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario